El 30 de abril se estrena en España Sicko, la nueva película de Michael Moore. En esta ocasión la cinta, producida en 2007, se centra en el sistema de sanidad privada de EE.UU.
Novena fila, asiento dos. Estoy en la calle Fuencarral número 125. Son las 22:05. Después de cinco minutos de publicidad la película empieza puntual. He ido al cine Paz porque es uno de los tres cines de Madrid capital donde estrenan el film de Moore en castellano. Es el tercer pase de la cinta el día de su estreno y de 180 asientos sólo hay 19 ocupados. Me pregunto porqué y se lo pregunto al terminar la proyección a la pareja que estaba sentada delante mío. Son jóvenes, fans de Moore y de su cine. Ella me contesta lo siguiente: "Creo que Moore es uno de los pocos estadounidense que saca los colores a su país. Pero parece ser que al español no le interesa ver la otra cara de EEUU, o sí, pero no en el cine, prefiere verla cuando salga en DVD".La película ha gustado a todos los espectadores. Se han oído bastantes carcajadas durante el pase, satíricas por supuesto. Así pues, el objetivo del director se ha cumplido, cuando Moore estrenó la película en el Festival de Cannes en mayo del 2007, dijo: «Si la gente pregunta, díganles que Sicko es una comedia acerca de los 45 millones de personas sin salud pública del país más rico de la tierra».
Una imagen del film donde Moore habla con un médico inglés.Para su nuevo film Moore decidió aprovechar las nuevas tecnologías. Así la idea del proyecto surgió a raíz del blog del director (inglés), cuando éste decidió subir un anuncio que invitaba a todo el que quisiese a enviarle un email contándole alguna historia que hubiesen padecido a causa de su seguro médico. En una semana Moore recibió más de 25.000 emails, incluso de trabajadores y médicos hartos de su trabajo. La película está dedicada a todas esas personas que no tienen seguro médico en EE.UU. y que han podido enfermar y arruinarse por ello.
Comienza con el mejor amigo de Moore, George W. Bush, en un mitin diciendo que en EE.UU. hay buenos médicos pero que se tienen que marchar del país porque allí no pueden ejercer. Sí: es otra de las perlas que dejó Bush durante su mandato. La amistad de Moore con George W. Bush se remonta a la anterior película del director Fahrenheit 9/11, donde Bush es ridiculizado por Moore a más no poder.
La parte más amarga de Sicko la protagonizan los héroes del 11-S, personas voluntarias que participaron en las labores de rescate de las víctimas del atentado quedaron gravemente enfermas y no tenían seguro sanitario. Se destinó un fondo de 50 millones de dólares para los voluntarios, pero para poder beneficiarse había que aportar demasiados documentos y certificados.
En la película, Reggie, una de las afectadas no podía comprar en EEUU los inhaladores que necesitaba para sus problemas respiratorios porque costaban 123 $. Entonces Moore, alquila tres barcos, embarca en ellos a todos los enfermos que quisieran recibir cuidados sanitarios de forma gratuita y los lleva a la base naval de la bahía de Guantánamo, el único lugar de EEUU con sanidad universal gratuita. Después de no ser bien recibidos en la base, Moore emprende camino a Cuba con los héroes del 11-S. Allí son atendidos gratuitamente por médicos cubanos ¡con sólo decir su nombre! Finalmente Reggie compra el inhalador en Cuba por 5 centavos. ¿Es una broma de mal gusto? ¿Ficción? No, sólo es EE.UU.
Trailer en español de Sicko (vídeo: 1:31)
El film sigue la línea de los anteriores trabajos del director: estética documental, relatos de los afectados y una total verosimilitud conseguida a base de una gran labor de documentación. Mucha polémica, denuncia y sobre todo ganas de llamar la atención y hacerse oír: son los principales ingredientes de esta película.
Para más información:
Página web de Sicko
Laura García
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